jueves, 25 de julio de 2013

Santiago, llora España

Qué fácil nos asalta la muerte, qué poco miramiento y desatino.
Cómo nos ensucia la mente imaginando errores y malentendidos.
Viajeros de esperanza, sonrisas y deseos divertidos, se estrellan contra el muro agreste de hormigón y sinsentido.
Un instante... ruedas que saltan las vías y arrancan un alarido metálico, que ahoga los últimos suspiros.
Un pueblo entero se vuelca en el consuelo, entrega sus manos, sus casas... su sangre... el día del Apóstol, como dicen en América, todos los españoles, todos, fuimos gallegos.


toda mi solidaridad con las víctimas del accidente ferroviario

1 comentario:

pachibuda dijo...

comparto tu dolor y esa impresión que
la muerte nos puede estar esperando a la vuelta de la esquina.Quizá el apóstol Santiago, con este accidente, nos quiera dar una lección; para que despertemos y nos demos cuenta que no tenemos nada comprado, que la vida es frágil y en un momento se nos puede ir de las manos.Te felicito por el sentimiento y lo bien escrito.