jueves, 3 de febrero de 2011

los nudos del hambre

EL PROFETA
FRAGMENTO XIII
Los contactos y papeles facilitados por la organización cumplieron perfectamente su cometido, no tuvo mas problemas de los habituales en la frontera con Israel y después, para pasar a Jordania, casi le pusieron una alfombra, ya se sabe, al enemigo... puente de plata.
A Dimas, su nueva identidad le gustaba, se sentía cómodo dentro de su papel y el nombre reflejaba de una forma más correcta sus sentimientos, Gamal Said el mismo sustantivo que designaba a uno de sus héroes, Yamal Abd al-Nasir.
Gamal Nasser era su verdadero ídolo, se atrevió instaurar una republica laica y socialista en el imperio de los faraones, defendió, lo que algunos llaman utopía, la creación de una gran nación árabe que borrase las fronteras dibujadas en algún mapa occidental, y aunque el primer intento de unión entre Egipto y Siria fuera un fracaso, ese era el camino, o por lo menos Dimas estaba convencido de ello.
- Si los clérigos musulmanes y los enterados occidentales no hubieran metido sus narices en nuestros asuntos, hoy nosotros, los árabes, seriamos tan libres, seguro que más, que los que abanderan la democracia.
Era una de las arengas que más éxito alcanzaba entre los corros de desarrapados que le escuchaban.
- Ellos han creado una democracia sobre la base de su cultura, han errado muchas veces, ¿no se acuerdan de Hitler? ¿Por qué se empeñan en meternos sus ideas con vaselina? ¿No se dan cuenta a donde nos llevan? O tiranos o iluminados. ¡Déjennos solos! ¡Permítannos equivocarnos!
Sus discursos no solo iban contra los occidentales, los islamistas también salían mal parados y había que tener valor para proclamar sus ideas entre el pueblo palestino, pero simplemente necesitó una semana, con eso ya, en Madrid, su próximo destino, tendría tarjeta de visita.
Al igual que con Ismail, la Obra actuó con Dimas.
Vehemente de naturaleza, el Mulá creó un showman, formó un líder carismático, lleno de aspavientos estudiados para llegar a la masa juvenil de desahuciados que pululaban por los barrios marginales de cualquier ciudad europea, con un discurso dirigido a inmigrantes musulmanes pero valido para casi todas las personas políticamente incorrectas.
La Obra necesitaba un barrendero y, Dimas era el sumidero, el recogedor de la escoria humana. Eso sí, si tenia que hablar de clérigos islamistas, políticos ladrones, sociedades injustas,... No podía llamarse Dimas como el buen ladrón...
Gamal, ¡mucho mejor! 
La noche era gélida en el aeropuerto de Barajas, no había tenido ningún problema para desembarcar, teniendo en cuenta que sobre su cabeza llevaba un turbante, lo típico... recelos, miradas de soslayo, preguntas estúpidas con doble sentido, en resumen, un trato correcto, educado y, sobre todo frió y sospechoso.
“Lo del turbante es por joder, ¿no les dará lo mismo una chistera?-pensó Gamal.- En fin  ¡Órdenes son órdenes! Los colegas de seguridad sabrán lo que hacen.


El sonido de un SMS vibró en su celular, abrió los mensajes, leyendo un corto pero suficiente aviso:
7546.
Se encaminó a la parada de taxis, buscando el número designado, lo vio pronto, el automóvil estaba fuera de la cola de espera y sin conductor.
Decididamente se introdujo en la parte posterior del vehículo y esperó.
En dos minutos, el conductor, con una ridícula gorra de propaganda verde fosforito, atravesó corriendo un paso de cebra, poniéndose al volante.
El Audi comenzó a moverse, ni conductor ni pasajero cruzaron palabra.
Como otras tantas veces, Gamal estaba incomodo.
“¡Que puta manía! ¿Era necesario no saber si el vecino era amigo o enemigo hasta el último momento?”.- Se preguntó.
Tras cincuenta largos y monótonos minutos en tensión, el coche entró en un parking privado, bajó dos plantas y paró frente a una puerta que comenzaba a elevarse, una vez abierta, de la cochera salió otro Audi con la misma matricula y el mismo número de identificación, al volante un chofer con la gorra verde fosforito, detrás alguien con el mismo turbante que él... sin tiempo para reaccionar su taxi se introdujo en el garaje y la puerta se cerró tras el.
Una espesa oscuridad invadió el habitáculo del automóvil...
Un perturbador silencio...
 ¡Nada se veía! ¡Nada se movía! ¡Nada se escuchaba!
La nada comenzó a apoderarse de la negra atmósfera que se había creado dentro de la cochera, o donde quiera que estuviesen aparcados.
Gamal puso todos sus sentidos en alerta, intentando percibir, mas bien, adivinar el siguiente suceso que tenía que ocurrir, por que algo tenía que pasar...
El ambiente, por momentos, era más y más denso, el cuerpo de Gamal sudaba miedo... o... ¿el calor del lugar rezumaba desasosiego?
No, ningún parecido con la fría e iluminada noche madrileña que quedó fuera.
Un estruendo aterrador le congeló las venas, todo el esqueleto entró en tensión, los músculos del cuerpo tiraron de las articulaciones provocando una rigidez casi dolorosa.
El susto le entró por los sentidos invadiendo cada molécula de su ser...
Tras la puerta del garaje se escuchó el sonido de un coche caro, en otro momento ni lo hubiera oído, ahora destrozó todos y cada uno de sus nervios, el motor de aquel coche le pareció el ruido más infernal escuchado.
A medida que se alejaba el rugido del coche el alma de Gamal recuperaba su aplomo, muy pocos hubieran notado el instante de crisis por el que había pasado, aunque en las palmas de sus manos estaban las pequeñas gotas de sudor que le hubieran delatado.
Intento fijar sus pupilas en el lugar reservado al conductor, nada de nada, no conseguía localizar ningún tipo de lucecita del salpicadero del coche, ningún brillo metálico de cualquier embellecedor, ni un solo reflejo ínfimo de uno de los inmensos cristales, nada de nada.
Centró su mente pretendiendo coordinar sus ideas:
“He caído en una trampa, o simplemente los míos me están haciendo desaparecer”
Fijando todas y cada una de las fuerzas de sus músculos, colocando manos y brazos por delante de su cuerpo, carraspeando con vigor antes, temiendo que le saliera un hilo de voz, lanzó su palabra por delante de él.
 -¡Hola! ¡Aló! ¿Hay alguien ahí? ¡Tiene cojones!-nervioso, gritó-. ¡Eehhh!
Como si su grito activara un interruptor mágico, la luz anegó todos los rincones, incluidos sus ojos que quedaron deslumbrados dejándolo mas ciego aún que antes...
- Salam, Gamal
- ¡Que hijo de puta eres!-exclamó este, reconfortado al reconocer la voz.
- No deberías hablar así a tu ángel de la guarda, tenías pegados a tu culo unas cuantas ladillas, ¿pensaba que habrías aprendido a cuidar de ti? ¡Seguimos en pañales coño!
- Lo siento, he pasado un rato jodido. ¿Tiene que ser todo tan enrevesado?
- Por tu seguridad tiene que serlo.
Omar abrió la puerta del coche, sin mas explicaciones invitó a salir a Gamal.
- Sígueme, nos esperan.
Franquearon una puerta interior que daba a un estrecho pasillo mal iluminado, al fondo, de donde provenía la débil luz, se encontraba la puerta de un ascensor, entraron y Omar pulsó el botón de sótano.
 –2
Cuando el aparato terminó su trayecto, cruzaron otro pequeño pasillo y salieron en otra planta del gran parking, en otra cochera privada donde estaba esperando un furgón negro con la puerta de carga abierta.
- Pasa y ponte cómodo.
Ordenó Omar, introduciéndose el primero en el vehículo.
Inmediatamente el furgón comenzó a moverse, aunque de nuevo la oscuridad era plena, el joven no tuvo las malas vibraciones de antes, ahora estaba con Omar.
Una voz amenazante y con un claro acento extranjero surgió del asiento de enfrente, para Gamal fue como un disparo repentino y su cuerpo volvió a ponerse en guardia, solo que esta vez, pronto notó sobre su pecho la mano de Omar transmitiéndole tranquilidad.
- ¡Es tarde! ¡Nunca podemos hacer las cosas bien!
- Siento que haya tenido que esperar, señor, pero bien sabe que para el Mulá lo primero es la seguridad
En el tono de la replica de Omar no había ningún signo de sentirlo, mas bien parecía agradarle molestar al oscuro interlocutor.
El señor Stanley prosiguió con su discurso como si no hubiera hablado nadie, antes, dirigiéndose al conductor, para lo cual tuvo que descorrer una pequeña trampilla colándose un hálito de luz que iluminó vagamente su cara, mostrándola.
- Encienda la radio.
Cerró la portezuela retornando la oscuridad al habitáculo posterior.
- Señor Omar cumpla usted con su trabajo y deje de escudarse en el Mulá, espero que en adelante no tengan mas problemas y deposite el canario en su nido sin mas dilación.
Para Gamal la conversación no existía, ni tan siquiera la oía, el breve resplandor sobre la cara del siniestro ocupante le tenía ensimismado.
“Donde coños he visto yo a este tío”.- se preguntaba.
El viajecito parecía largo, el monótono sonido del aparato de radio dando las noticias no ayudaba a mantener una atención excesiva, en su sesera la idea de que conocía a ese hombre iba tomando cuerpo, pero:
 “¿De qué? Y el canario, ¿sería él?”.- mientras daba vueltas a la cabeza, Gamal entró en algo parecido al duermevela, frecuentemente interrumpido por las noticias en la radio, la aburrida radio.
“No le he visto en mi vida ¡seguro! Pero, igual que este... ¡todos los de inmigración!”

Las pesadas y machaconas noticias de la radio...
El locutor con una voz exenta de todo tipo de emotividad repetía una y otra vez, prácticamente las mismas noticias, solo una voz de mujer grabada y enlatada que servía de cortinilla entre una noticia y otra, rompía  el tedio:


“INFORMACIÓN  ESPAÑA AHORA
RADIO NOTICIAS
VEINTICUATRO HORAS”


Y otra vez la voz casi autómata del informador...


“Todas y cada una de las capitales españolas están asistiendo atónitas a la ocupación de sus centros urbanos por una cada vez mayor masa de gente, que sin ningún tipo de violencia se está instalando en sus calles más céntricas”
“El alcalde de Málaga, que a estas horas ha sido el único que ha hablado con la prensa, no entiende que esta sucediendo, pero en principio, no va a dar orden de desalojo contra los ciudadanos concentrados en la Plaza Mayor de Málaga. No están ejecutando actos vandálicos, ni siquiera faltando al respeto a nadie, según palabras del propio alcalde, el hecho de que los ciudadanos puedan parecer inmigrantes no es motivo para actuar por la fuerza. ”
“A los ya comentados, doce cayucos que arribaron esta mañana a las costas de Tenerife y Gran Canaria, deben de sumar otros cinco que han hecho su aparición en la isla de Lanzarote, siendo alrededor de setecientos los desembarcados en el día de hoy, un portavoz del Cabildo reconocía a esta emisora que es materialmente imposible dar cobijo, no solo a los recién llegados, sino a los miles de inmigrantes que deambulan por las islas sin ningún tipo de control, esperan que el gobierno central, de alguna manera, alivie en lo posible esta situación ya que en lo que va de año, son más de ciento veinte mil las personas entradas ilegalmente en el territorio, que sumadas a las de los últimos cinco años están colapsando la vida en las Islas”
“En el mismo orden de cosas, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla reclamaban hoy al ministro ayuda para evitar los múltiples asaltos  a las fronteras españolas de parte de menores marroquíes, ya que una vez en territorio español, el gobierno alauita no acepta su repatriación, constituyendo un serio problema para la convivencia en las ciudades, ya que no queda espacio para retenerles aun ocupando el estadio de fútbol, fuentes fidedignas nos han informado que de no ser por algunas ONG´s que se encargan de sus primeras necesidades, los menores tendrían que darse a la rapiña para poder subsistir”
“En la frontera contraria, en los Pirineos, han sido detenidos esta semana, con el de hoy, cinco autobuses procedentes del este de Europa, al parecer tampoco sus pasajeros portaban los permisos necesarios para entrar en nuestro país, han sido conducidos a las dependencias de la Guardia Civil, que mucho nos tememos no estará sobrada de espacio”   
“Por otro lado el Atlético de Madrid se desplazara mañana a Sevilla...”


¡Escucha! La Obra ha comenzado
Sentenció Omar.
La llegada masiva de inmigrantes ilegales a España hacia años que no era noticia, el Moro se refería a la primera información, a la aglomeración de transeúntes en las plazas españolas.
Las crónicas eran cada vez más concisas, pero aun así, se notaba en los informadores una cierta confusión, se palpaba, incluso a través del filtro que proporcionaban las ondas, una perplejidad mayúscula. No eran pequeñas, ni cuatro, las ciudades ocupadas pacíficamente.
Lo que al principio parecía una trastada de los sin papeles en algunas capitales de la costa andaluza, se estaba convirtiendo en la toma de todo un país por una masa de pacíficos desheredados, que según pasaban las horas iba creciendo.
Las noticias hablaban ya de Málaga, Granada, Murcia, Almería... y cada nueva conexión se sumaba alguna ciudad mas...
El plan del Mulá tomaba forma, lo uno traía lo otro.
El automóvil entró ahora por un camino sin asfaltar que se iba escondiendo entre una muralla de pinos, recorrería así, como dos kilómetros, no mas.
Se detuvo suavemente y oyeron bajar al copiloto, por el sonido supieron sin equivocarse que abría un portón de madera, grande y pesado, el vehículo avanzó sin esperar el regreso del escolta, de nuevo se detuvo, esta vez el ruido del motor dejó de funcionar y notaron aun mejor el sonido de la trasera de madera maciza cuando esta fue cerrada a cal y canto.
La puerta trasera del furgón se abrió, y la voz de Omar se hizo dueña de la situación.
- ¡Vamos! Estamos en nuestro destino.
El suelo del corral donde pisaron los nuevos huéspedes estaba cubierto de paja, tamuja y excrementos de ovejas, el balido de estos animales se oía en las cijas colindantes al patio y se les intuía bajo una luz mortecina que hacía que las sombras del ganado lanar se alargaran cubriendo todo el corral castellano.
- ¿No había otro lugar mas patético?
Gruñó Stanley.
- Seguro que todo tiene un por qué.- sentenció Omar.- Estamos a unos cinco kilómetros de Medina del Campo, en una casona castellana, rodeados de pinos y ovejas, aquí esperaremos ordenes.
Cruzaron el corral del ganado en dirección a la casa, en la fachada de adobe resaltaban pegados unos azulejos azules con letras naranjas hechos con una clara caligrafía infantil, anunciaban:

VILLA  JOSEFA
fragmento XIII
LOS NUDOS DEL HAMBRE puedes comprarlo (7.50€ +gsatos envio en www.lulu.com