los nudos del hambre

LA PUERTA

FRAGMENTO XV 

- ¿Qué es esto?-. Inquirió Stanley.

- Que pobres de inteligencia sois, digo sois por que Stanley ha preguntado algo que ninguno de los que estáis aquí ha comprendido-. La voz suave y enfadada del Mulá reptó como una serpiente hasta sus oídos.- Creo que ahora entenderéis mejor por que he creído conveniente que León estuviese aquí. Él es el único que en su momento podrá sucederme llevando mi Obra a buen fin.

- ¡León! ¿No será...?.- Gamal pensó inmediatamente en Samuel,”Estaría también su hermano...”

- Silencio.-El Mulá levantó la voz.- ¡Entra León!

Tras la apertura de la puerta se oyó un ligero sonido metálico continuado que adelantaba la llegada de la silla de ruedas del minusválido.

Los ojos de Gamal taladraron literalmente el cuerpo del joven amigo de su hermano, los de León se clavaron igualmente en los de para él, aun Dimas.

Los años transcurridos habían dejado su señal en estos dos jóvenes, niños aun la última vez que se vieron, León, el famélico crío cojo colgado de un bastón que Gamal recordaba, había mutado en un poderoso tronco superior que sujetaba dos brazos largos y musculosos, al igual que su hermano Ismail era bien parecido y solamente si reparabas en sus extremidades inferiores te dabas cuenta que faltaba algo, solamente una de sus piernas llegaba al final de la silla.

Se incorporó a pulso sobre sus muñecas marcando en el momento del esfuerzo, todos y cada uno de los músculos de sus brazos y espalda, quedó erguido sobre su solitario pie, girando la silla sacó una muleta plegable que abrió.

A todos los allí presentes no les cupo ninguna duda que aun sin su pierna, León, era totalmente autosuficiente.

- ¡Siéntate! Por favor.- ordenó Abul, el Mulá.

Con celeridad y pericia, no exenta de gracia, algo realmente difícil cuando se habla de una sola pierna, el joven ocupó uno de los lugares vacíos, acomodándose.

Estúpidamente la cabeza de Gamal empezó a darle vueltas al hecho de levantarse de una silla para sentarse en otra, como si Abul leyera sus pensamientos explicó.

- A León no le termina de convencer su nueva silla.

La sintonía volvía, y todos envolvieron con su mirada el televisor:

 - Como les habíamos anunciado.- La voz sensual de la presentadora volvía a conducir el programa.- En “Saber de ti” tenemos colaboradores especializados en todo, y como no podía ser otro, quien mejor nos va a poner al tanto de lo que ocurre es el guapo Ismail, Ismail todo tuyo...

La imagen encuadró un rostro bien parecido, Ismail era guapo por naturaleza, le habían retocado quirúrgicamente alguno de sus rasgos, consiguiendo crear en él un autentico Apolo berebere, esto unido a sus exquisitos modales, una voz cargada de sensualidad y un pasado no conocido, pero imaginado como exótico y vinculado casi a las mil y una noches, hacían de él un soltero deseado por famosas y desconocidas, dando por ley todas y cada una de sus opiniones en las tertulias que participaba.

El bello rostro de adonis que las mujeres españolas adoraban iba a hablar... el público del plató que lo había recibido con muestras de un cariño exorbitado, calló... el realizador encuadró aun mas... fijó la imagen en sus ojos, unos ojos azules como el cielo nítido del desierto, azules como el resplandor de las cimitarras de los antiguos héroes árabes, azules como... las lentillas que le habían implantado.

Dos personas, solo dos personas, no veían lo que el resto de los mortales.

Gamal, perdió el contacto con su amigo no hace tanto, de él, solo parecía quedar el nombre... La Obra también había actuado, Dimas era ahora Gamal e Ismail ahora no parecía Ismail. 

¡Nunca han existido unos ojos tan abiertos como los de León!

¡Nunca nadie centró los cinco sentidos tan vorazmente  en unos ojos!

Como ahora. ¡Nunca!

¡Nunca pudo existir un deseo tan grande por reconocer a alguien! ¡Nunca!. ¡Jamás de los jamases, pudo existir una decepción tan sublime! Al igual que Gamal, Ismail también era un desconocido.

La voz clara y caliente de Ismail inundó la gloria de la casona medinense a la vez que la de seis millones de hogares españoles.

- Estamos asistiendo a algo... a algo, que deberíamos haber predicho, algo que insistiendo, deberíamos saber que iba a pasar.- un silencio estudiado, un gesto de gravedad, otra vez se cierra el plano televisivo sobre su faz.- España es la puerta... – el tono empleado era una mezcla gratísima en el oído, una mezcla entre susurro y grito desesperado.-... los que pasan hambre vienen por su limosna.

- No consigo entenderte, Ismail.- la presentadora contagiada del ambiente de máxima gravedad allí creado, devolvía el discurso al joven árabe.- ¿de donde es España la puerta?

- Del bienestar, querida.-Ismail sabía moverse, sabía centrar sus labios en la cámara, perseguir sus palabras con ademanes sensuales, apoyar sus afirmaciones en sus ojos de misterio, sabía decir aquello que sus adictas y partidarios querían oír.- España, es la puerta de lo que les hemos vendido, de lo que llevamos diciéndoles por activa y por pasiva, España es la llave del mundo libre, del mundo que no se muere de hambre, la tierra donde los problemas se solucionan hablando y no peleando, somos la puerta de su esperanza... y yo, humildemente espero, que nuestras autoridades estén a la altura de sus expectativas.

El público asistente no respiraba por no estorbar, la mirada de todos y cada uno de los contertulios estaba depositada en el galán árabe, ávido de sus gestos y palabras.

Ismail volvió a pactar un silencio con la tensión, jugueteo con su mirada, de pronto su voz fluyó y como si fuera un licor de alta graduación, colmó otra vez todo el espacio y embriagó a quien osó escucharle.

- Sinceramente pienso que está ocurriendo un hecho histórico, por eso, dando las gracias al propietario de esta cadena, señor Morten Olsen, que también es de la misma opinión, vamos a poner en marcha un nuevo programa, donde por primera vez intentaré llevar las riendas de una producción televisiva jamás antes vista, donde se han puesto al servicio del programa una cantidad ingente de medios, solamente sabemos la hora del comienzo de la emisión, luego serán las autoridades, las personas, las miserias, las esperanzas...

- ¿Quieres decir que por fin aceptaras llevar tu propio programa?- uno de los contertulios, entre admiración y envidia, cortó la presentación del nuevo evento.

Ya rota la atmósfera adecuada, Ismail optó por emplazar a la audiencia a su próximo programa.

En la casona, todos esperaban la explicación del Mulá, todos y sobre todos Stanley.

Tras la exposición de Ismail, el cínico espía había mudado de color, su tono era amarillento y diminutas gotas de sudor nacían de sus sienes, perforaba con sus ojillos inyectados en sangre al Mulá Abul, casi hubo que leer en sus labios la trastabillada pregunta  que le dirigió.

- ¿Qué...? ¿Qué... coño... que coño significa esto?

fragmento XV

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